Covid 19: Disrupción en la formación presencial.
El acelerado ajuste a la virtualidad de los programas educativos presenciales, provocado por las órdenes más o menos estrictas de confinamiento del Covid 19, nos están empujando, sí o sí, a la construcción, con y sin experiencia, de nuevos entornos virtuales para el aprendizaje.
Foto: Pikrep (Creative Commons Zero - CC0)
"¿Conoces alguna aplicación de videoconferencia que permita ...? ... Estamos saturados intentado atender los alumnos en línea... Experimentando con la aplicación ... Arrancamos con las clases online... etc".
Estas son algunas de las frases que están bombardeando las comunicaciones entre docentes en estos últimos días. Docentes dedicados a formación presencial y, ahora, forzados a experimentar con aplicaciones de videoconferencia, herramientas colaborativas, seguimiento de tareas a través de un LMS, entre otros. En muchos casos, recursos nuevos o con poca práctica de uso. La situación nos está obligando a realizar una nueva mirada, no solo enfocada en el "qué" enseñamos, sino también en el "dónde" y por consiguiente en el "cómo" y "cuándo".
A esto se le une una alta incertidumbre de muchos profesores frente a la efectividad de las "nuevas" apps alternativas, percibiéndose el infinito abanico de recursos virtuales, como solo herramientas sustitutas que vengan a mermar los estragos de la imposible actividad educativa presencial.
Estoy convencido que esta experiencia, que en principio nos incomoda, puede llegar a ser una oportunidad que valga la pena, eso sí, para ello debemos ampliar nuestra perspectiva sobre el tema.
- En primer lugar, necesitamos abrirnos a una nueva ecología de la educación (Cobo y Moravec, 2011). La tecnología ha generado una explosión y fragmentación del conocimiento, la información la tenemos a la distancia de un clic; los intercambios, los recursos, las comunidades, etc, se han multiplicado de manera incalculable, diversificando así nuestras posibilidades y experiencias de aprendizaje. Considerando esta realidad: ¿Cómo podemos rescatar estas prácticas e incorporarlas en nuestros ámbitos de aprendizaje y la educación?, ¿cómo podemos potenciar estas opciones 2.0 entre nuestros alumnos?.
- En segundo lugar, asumir que todos estos cambios organizativos en el proceso de enseñanza-aprendizaje, van a requerir ajustes en los roles, tanto del profesor como del alumno. Lo que exigirá las formaciones necesarias para la adquisición de nuevas competencias y habilidades. Teniendo en cuenta estos nuevos roles, la formación deberá abordar preguntas como: ¿Cuáles son las posibilidades, desde los entornos digitales, para trabajar la información y la comunicación? ¿Cómo podemos crear contenido digital? o ¿Cómo promovemos la seguridad y resolución de conflictos en estos entornos?.
- Además nos toca remar en tiempos de incertidumbre, intentado ser pro-activos frente a: las posibles limitantes institucionales, la falta de recursos o, en su existencia, sus posibles carencias, además de la falta de orientación o procedimientos necesarios para abordar las nuevas prácticas. Considerando estas insuficiencias: ¿Cómo podemos contribuir al cambio cultural de mi centro? ¿Cómo minimizo las brechas digitales con los más vulnerables? ¿Cómo incorporamos, intencionalmente en esta etapa, la reflexión de nuestra práctica educativa?.
- Creo que el reto debe ser también colectivo y no exclusivamente individual. Nadar solos, en medio de esta disrupción, nos alejará de la meta. Para ello debemos transitar desde las estructuras tradicionales hacia modelos de la sociedad del conocimiento. Frente a una cultura colaborativa: ¿Cómo podemos propiciar espacios para el trabajo en equipo? Incluso a nivel interdisciplinar. ¿Cómo podemos ser copartícipes del diseño, desarrollo y evaluación de estas nuevas experiencias?.
- Anant Agarwal, CEO de EDX, nos propone, dentro de los grandes retos para la educación actual, un panorama de la formación donde la variedad de opciones multicanal irrumpen el modo tradicional de aprendizaje. Tras finalizar el confinamiento y volver nuevamente a las aulas, ¿valdrá la pena ver la educación presencial como la única ruta para la enseñanza, o cómo una mezcla de aprendizaje personal, cara a cara y virtual, suministrada de forma continua y modular?.
Las oportunidades son muchas, así como los desafíos. No nos dejemos llevar por el colapso, mas bien avancemos hacia una zona de aprendizaje que nos permita rescatar lo bueno de esta disrupción y como dice Seely Brown, en referencia a nuevos entornos de aprendizaje: "Veo que nos estamos moviendo hacia un nuevo tipo de mundo donde el cambio es omnipresente, donde hemos de recoger las ideas que nos rodean, descubrir cosas que no sabemos, hacer buenas preguntas y estar abiertos a las críticas de nuestros pares, mentores, maestros, etc.". Seamos nosotros mismos los principales precursores de nuestro avance.
Dr Miguel Angel Cano
San Marcos NICARAGUA. www.macco.es
REFERENCIAS:
Cristóbal Cobo; John W. Moravec (2011) Aprendizaje invisible. Hacia una nueva ecología de la educación. UBe Col.lecció Transmedia XXI:Barcelona.
Seely Brown, J. (1999). "Learning, working & playing in the digital age: Creating learning ecologies". Conferencia realizada en la 1999 Conference on Higher Education of the American Association for Higher Education. https://serendip.brynmawr. edu/sci_edu/seelybrown/seelybrown.html [Fecha de consulta: 8 febrero 2010].